Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

jueves, 31 de enero de 2008

La inteligencia emocional está de moda (I)


Y ya era hora! Desde hace relativamente pocos años hacia acá, con el boom de los libros de autoayuda, con autores tan conocidos como Jorge Bucay, Alejandro Jodorowsky, Hugh Prather...la inteligencia emocional ha salido del armario.
Lo que hasta hace poco tiempo solo conocían aquellas personas que habían pasado por la consulta de un psicólogo (hecho que a día de hoy, todavía para muchas personas es algo tabú), hoy está al alcance de cualquiera .
Ojalá todos tuviéramos la suerte de poder pasar por un buen psicoterapeuta para tener la oportunidad de conocernos y trabajarnos a nosotros mismos para ser mejores personas y sobre todo más felices, felicidad que depende únicamente de nosotros mismos. Y la prueba es que ,seguramente, todos conoceremos a alguien que tiene un cúmulo de problemas inaguantable para la mayoría de nosotros o sufre alguna enfermedad , y en cambio tiene un carácter que muchos quisieran para sí.

La inteligencia emocional ( IE, en adelante) podríamos describirla de forma muy concisa como: “La capacidad de sentir ,entender, manejar y modificar estados de ánimo propios o ajenos”.
Para ello tenemos que desarrollar capacidad y habilidad emocional para percibir , procesar y comunicar y esto sólo se consigue con años de trabajo.

La IE es la conjunción de nuestras 2 mentes : La mente racional, la que piensa y la mente emocional, la que siente.
Para empezar a trabajar nuestra IE, el primer paso es ser conscientes de nosotros mismos, de nuestras emociones, podremos así dominarlas y dirigir nuestros impulsos, actos y palabras y por tanto nuestro estado de ánimo. “AL MAL TIEMPO, BUENA CARA”.
Las 5 emociones básicas que podemos sentir son: alegría, enfado, amor , tristeza y miedo. Estas emociones pueden ser agradables o desagradables, pero nunca malas, este calificativo hay que anularlo de inmediato para las emociones, nunca hay que negarlas, sino identificarlas para poder modificarlas.
Para poder elegir inteligentemente nuestras emociones tendremos que:
1.- Identificar lo que sentimos (cuanto más variedad de emociones conozcamos, más fácil será identificarlas).
2.- Buscar la causa que la produce.
3.- Cual sería la emoción que nos gustaría sentir o la más adecuada. Y adelante! A pensar en ti!

Otro aspecto muy importante para nuestra IE, es la motivación, entre otros, pero que dejaremos para el próximo capitulo, unas breves pautas para cultivarla.


SALUDOS Y HASTA LA PROXIMA!!!

Eva Mª García.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena por el artículo! Estoy totalmente de acuerdo contigo, en este mundo debería de haber menos Prozac y más "Inteligencia Emocional". No hay nada peor que la desidia que demostramos ante el conocimiento más profundo de nuestras emociones y las de los demás.Estoy deseosa de que publiques la segunda parte,¡ánimo!, por cierto muy bonita la foto.

Anónimo dijo...

Interesantísimo el artículo, Eva. Te digo lo mismo que Virginia, estoy deseando leer la segunda parte. Saludos.
Capella