Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

sábado, 5 de enero de 2008

Feos, tarados, malvados... molan


Navajazo o "slasher". Así se llaman las películas en las que un grupo de adolescentes, o similares, caen degollados como corderitos a manos de un psicópata. La cosa empezó con Black Christmas, de la que ahora se puede ver en cartelera un remake, pero el boom llegó con La noche de halloween. Villano con carisma, asesinatos retorcidos y Carpenter a los mandos. El gusto por este tipo de monstruos no decae. Gran parte de este cine se lo debemos a La Noche de los muertos vivientes. Ahí se vió cine de terror casi documental. La gente sintió cercanía por lo que ocurría, se lo creyó. Y lo pasó mal. Lo mejor es que, en las mas grandes películas de este género, no se intenta justificar por qué el psicópata lo es. La semilla del diablo, El exorcista y, recientemente, Rec, son películas que no hay que perderse si queres chillar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Os habéis dejado Viernes 13. Hay bastantes películas de mas terror que La semilla del diablo.

Paco