
Scheider luchó y doblegó a un gran escualo blanco en «Tiburón» («Jaws»), película que superó la barrera de los cien millones de dólares en las taquillas. Tres años más tarde «electrocutó» a su hermano gemelo en «Tiburón II».
Roy Scheider fué nominado a dos Oscar.
Nacido en noviembre de 1932 en Orange (New Jersey), fue boxeador y jugador de béisbol antes que actor, carrera que comenzó en la mejor escuela, el terror de la serie B: «The curse of the living corpse», en la década de los 60, y prosiguió con «Star!», «Paper Lion», «Stiletto» y «Puzzle of a Downfall Child». En 1971 cautivó a la audiencia y a la crítica con el thriller «Klute», a las órdenes de Alan J. Pakula y con Jane Fonda como protagonista. Su primera nominación al Oscar llegó con «The French Connection», donde compartía cartel con Gene Hackman y Fernando Rey. Pero aterrizó en Hollywood un joven Spielberg y le consagró como el enemigo público número uno de los tiburones come-hombres. «Tiburón I y II» no le apartó de otros proyectos independientes de calidad, como la clásica «Marathon Man», de John Schlesinger, en donde encarnaba a un agente de la CIA y hermano del personaje de Dustin Hoffman; y la no menos «All That Jazz», bajo la batuta de Bob Fosse, y donde Scheider encabezaba el reparto dando vida a Joe Gideon (sosias del propio Fosse). También participó en la segunda parte de «2001: Odisea en el espacio», de Kubrick, titulada «2010», y «La Casa Rusia».
En sus últimos años de vida, Scheider participó activamente en manifestaciones contra la intervención militar de Estados Unidos en Irak.
Adiós pues a ese gran actor que luchó por contra el mal en forma de gigantesco pez, y por el bien de unos lúdicos e inocentes bañistas...
Carlos Martínez y Eduardo Sierra.
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1 comentario:
Amigo Carlos, es que desgraciadamente el cáncer es mucho más asesino que el gigantesco tiburón. Esta misma noche al conectarme a internet me he enterado que el que fuera gran jugador de fútbol hace unos años, Enrique Castro "Quini", uno de mis ídolos, también está aquejado de este terrible mal.
Pues que descanse en paz Roy Scheider. Como suele pasar con todos los buenos actores que se nos van: Roy Scheider siempre permanecerá con nosotros cada vez que volvamos a ver "Tiburón".
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