Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

miércoles, 21 de enero de 2009

EL ASTROLABIO




Al igual que hace algún tiempo os presentamos “El artificio de Juanelo”, en esta ocasión os queremos hablar de un invento no menos curioso “El Astrolabio”.

Etimológicamente astrolabio proviene del griego "astron" astro y "lanbanien" tomar, buscar, es decir, buscador de astros. Más tarde pasó a ser una representación gráfica de la esfera celeste, siguiendo las teorías geocéntricas de Tolomeo. El invento del astrolabio se atribuye a Diógenes Laercio, Berosio el Caldeo, Arquímedes, Teodosio de Bitinia, etc.. Delambre atribuye a Hiparco la invención del astrolabio plano. Otros estudiosos de la cuestión opinan que fue Tolomeo el inventor del astrolabio plano. Tras caer en desuso, el astrolabio volvió a ser usado por los astrónomos árabes, que el califa Al Ma'mun reunió en la Casa de la Sabiduría de Bagdad, en la primera mitad del siglo X. El astrolabio era utilizado por los árabes para resolver algunos problemas de triángulos esféricos relacionados con las practicas religiosas, tales como predecir con exactitud el momento en el que comienza el Ramadán . Los astrolabios eran usados para determinar la latitud a partir de la posición de las estrellas. Los marineros musulmanes a menudo los usaban también para calcular el horario de oración y encontrar la dirección hacia la Meca.

El astrolabio más antiguo del mundo fue construido por Nastulus hacia el 927 y se conserva en el Museo Nacional de Kuwait. Durante los siglos XVI hasta el XVIII el astrolabio fue utilizado como el principal instrumento de navegación hasta la invención del sextante. El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera. En su forma original requería una placa de coordenadas de horizonte distinta para cada latitud, pero en el siglo XI el astrónomo Azarquiel, en al-Andalus, inventó una placa única que servía para todas las latitudes. La obra maestra de la técnica de fabricación de astrolabios fue la del sirio ibn al-Shatir, una herramienta matemática que podía ser usada para resolver todos los problemas comunes de astronomía esférica de cinco formas diferentes.

A mediados del siglo XIII Alfonso X El Sabio, de Castilla, creó la Escuela de traductores de Toledo, donde numerosas obras Islámicas fueron traducidas, sentándose las bases para la realización de unas nuevas tablas astronómicas. En Europa el Astrolabio llegó a ser instrumento de uso imprescindible para Astrónomos, Astrólogos y Agrimensores, hasta finales del siglo XVII en el que fue reemplazado por instrumentos más exactos (telescopio). En el mundo Arabe su uso se prolongó hasta el siglo XIX. Y las primeras notas que encontramos del desarrollo del Astrolabio se refieren al Centro de Investigaciones de Alejandría.

Saludos y hasta la próxima.

Eduardo Sierra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí se puede observar que la Astrología, por aquel entonces, estaba unida a la Astronomía; y ambas compartían un conocimiento científico. Que rica en sabiduría fué aquella cultura árabe que albergó nuestro país. Y cuanto le debemos. Con el Astrolabio tenemos una evidencia de ello.

Saludos

Capella