Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

viernes, 9 de enero de 2009

Oscuro y con misterio


Con cariño, recuerdo aquellas reflexiones que nos expresaba el entrañable Luis Jiménez Marhuenda compartiendo programa radiofónico en la emisora Onda 2000. “Manolo, la mejor forma de conseguir un mundo mejor es enviar mentalmente pensamientos positivos hacia el cosmos. Todo lo que allí se envía nos es devuelto. Existen energías y dimensiones que desconocemos, imperceptibles, pero que ejercen su función en el orden cósmico. Y la tierra está rodeada por un manto de vibraciones negativas que debemos convertir en positivas mediante nuestros pensamientos”. En síntesis éste era el mensaje de Luis.

La idea, que podríamos situarla entre la “Gaia de James Loveloft” y “el alma ó inconsciente colectivo de la especie humana", parte de la creencia de que cada uno de nosotros pertenecemos a “un todo”, somos una parte, proyección o manifestación de “él”; al igual que “él” está formado por cada uno de nosotros. Cada mente influye en “él” y “él” en nosotros, siendo inseparables. Sensaciones, recuerdos y experiencias nos vienen de allí, a la vez que nosotros le emitimos constantemente las nuestras. Un poeta, al hacer poesía, está trasmitiendo sensaciones y, a la vez, recibe su fuente de inspiración originada por otros tantos poetas anteriores.

Y me he acordado de Luis, porque, hace un mes, en diciembre pasado, casi sin darnos cuenta, sin que ello interesara a nadie, sin que haya repercutido en ningún medio de comunicación, ignorada del todo; descubrimos una noticia. Disipada entre las falacias financieras con las que terminamos el año, esta noticia suponía la confirmación de uno de los descubrimientos más importantes jamás habido.

Todo había comenzado diez años atrás. En diciembre de 1997, el telescopio espacial Hubble detectó un tremendo fogonazo procedente de 10.000 millones de años atrás: se trataba de la explosión de una supernova en una lejana galaxia elíptica. Era la supernova más distante jamás observada y, sobre todo, la evidencia más importante de que nuestro universo es más extraño de lo que podamos imaginar, y eso que la imaginación humana, como todos sabemos, es muy amplia. Si lo que se deducía de las observaciones astronómicas era cierto, y todo parecía indicarlo así, las dos terceras partes del universo estaban conformadas por "una energía oscura” que funciona, a grandes escalas, como si se tratara de una gravedad negativa, como una fuerza repulsora cósmica.

La existencia de esta energía oscura que llena el universo fue anunciada al mundo en 1998 por dos grupos de astrónomos. Diez años más tarde, en diciembre pasado, se ha constatado que esta energía oscura frena la expansión del universo, induciendo que éste no se dilate eternamente en el infinito. La materia oscura está hecha de algo diferente a los átomos y partículas subatómicas con los que jugamos en laboratorios y aceleradores de partículas. Si esto sucede, es que hay "alguien" que empuja, alguien que recibe el nombre de “energía oscura”. ¿Puede existir algún tipo de vida o pensamiento en esa ”materia oscura”?. ¿Influyó también en la gran explosión inicial del universo?,¡vaya preguntas!. El Nobel de Física, Steven Weinberg, ha argumentado “Es difícil ofrecer una respuesta acertada cuando no entendemos la pregunta”. Una nueva teoría física señala que la energía oscura estaría disimulada en dimensiones desconocidas. ¡Caramba, si todo esto se parece bastante a lo que nos decía el bueno de Luis!

Este año 2009 no pinta bien. Pero quien sabe. Hay que hacer tiempo en este principio del año dedicado a la Astronomía, entre las colas de parados que aumentan y las bombas de racimo que estallan, entre la proclamación de Barack Obama como líder mundial y la gente que va poniendo las llaves de sus pisos en el mostrador de los bancos; para elevar durante unos minutos la mirada al cosmos. Cada vez sabemos más cosas de él. Ahora la ciencia nos ha confirmado que un gran misterio habita en su oscuridad.


Manuel Capella


6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿quiénes son los que están en la foto?

Anónimo dijo...

En esa foto estamos: Luis Jiménez Marhuenda, que lleva puestas sus gafas, José Requena, de espaldas, y un servidor, Manuel Capella, con un poquito más de pelo que ahora. Esta foto será de mediados de los noventa, más o menos, en los inicios de ONDA 2000

Saludos

Capella

Anónimo dijo...

Gracias Manuel, por la explicación de la foto, y por traer aquí este tipo de información científica no demasiado divulgada en otros sitios.
Saludos
paco

Anónimo dijo...

el primer mensaje con la pregunta era mío. paco

Anónimo dijo...

Madre mia! recuerdo cierto dia en que yo creía en que el destino estaba escrito y tú Manolo defendías lo contrario, que el destino lo vamos construyendo nosotros mismos con nuestras acciones.A la vez que yo estaba convencida de aquello,me creaste la duda ya que por otro lado siempre he defendido que el quiere algo tiene que luchar por ello, en la vida a veces hay golpes de suerte, pero por lo general no se regala nada.
Hace poco cayó en mis manos el libro de "El Secreto" de Rhonda Byrne y fue lo que me ayudó a terminar de poner mis ideas en orden.
Libro, que dicho sea de paso, lleva más de un año seguido entre los 5 más vendidos.
Animo a todo el mundo que lo lea, por curiosidad.Como todo, no hay que tomarlo al pie de la letra, de lo contrario podemos caer en el sectarismo, pero en su conjunto, transmite una gran verdad, que he podido comprobar con experiencias personales, y es que explica la "ley de la atracción", que en definitiva no es otra cosa, que aquella teoría del universo que expuso en su día Luis Jimenez Marhuenda.
La energía lo mueve todo y con lo que ignoramos todavía acerca del universo y la mente humana, quien nos dice que no somos capaces de conseguir cosas que a priori parecen (o damos por hecho) que son imposibles?
No hay nada como leer "El Secreto" para aclarar este galimatías.
Yo mientras tanto, haré el esfuerzo de potenciar solo mis emociones positivas y centrarme solo en aquiello que quiero conseguir, a ver si entre todos salimos adelante y somos un poquitio más felices.
Saludos.
Eva.

Anónimo dijo...

Hola Eva, muy interesante todo lo que comentas.

La verdad es que si personalmente creo que el destino lo construimos nosotros mismos es solo porque las “apariencias” así parecen sugerirlo. Pero, por otro lado, situarnos ante la posibilidad de que el destino esté escrito, (aunque solo estuviese diseñado) sería muy esperanzador, íría unido, creo, a aceptar la existencia de una “inteligencia superior”, “energía”, “dios” o “unas leyes cósmicas” que nos atraen o nos alejan hacia determinadas situaciones y acontecimientos, es decir que marcan un destino. Y esto sería admitir que nuestra vida tiene un propósito mas allá de lo que vemos, un propósito transcendente.

También podría suceder que ambas cosas fuesen compatibles, aunque nos parezcan contradictorias, por definición. Es cuestión de admitir que existan "realidades espacio-temporales" distintas a la nuestra. Se podría poner el ejemplo del protagonista de la película que elige actuar de una determinada forma, pero ignora, que desde fuera de "su realidad" alguien ya conoce el desenlace de su actuación.

Enfín, todo un misterio...

Saludos

Capella