Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

lunes, 19 de mayo de 2008

La cabina.



No es de extrañar que tras la emisión de esta impresionante película, en 1972, muchos ciudadanos interpusieran un pié en la puerta de las cabinas telefónicas, para que estas no se cerraran del todo mientras realizaban una llamada.
Antonio Mercero logró entre otros reconocimientos, un premio Emmy en el 73, gracias a esta surrealista historia, con guión de José L. Garci y protagonizada por el gran José L. López Vázquez. Siendo hasta ahora el único español que cuenta en su carrera con este galardón.
"La Cabina" se ha convertido en pieza de culto con fanáticos seguidores en los lugares más insospechados, como el historiador Hugh Thomas, un apasionado de esta película. Bajo una apariencia surrealista y con una terrorífica trama, el film representó con gran ingenio (para salvar la temida censura) la oprimida sociedad de aquella época tan gris. Una "paralítica" sociedad que vivía encarcelada sin rejas aparentes en la carcel del franquismo, y una cárcel representada por cabinas en las que los ciudadanos quedaban atrapados sin que los demás pudieran hacer nada por ellos.
En 1998, José L. López Vázquez, protagonizó un anuncio de Retevisión, en el cual la puerta de la cabina se abría y podía salir al exterior. Este anuncio simbolizó el fin del monopolio de Telefónica y la liberalización del mercado de la telefonía en España.



En televisión, Mercero ha sabido conectar con crítica y público gracias a series como: "Ese señor de negro", "Verano azul", "Farmacia de guardia" o "Turno de oficio". Y en cine destaca por títulos como: "La guerra de papá", "Espérame en el cielo", "La hora de los valientes" o "Planta 4ª ". Además fue presidente de la Academia de Televisión en el periodo 1998-2000.

Carlos Martínez y Eduardo Sierra
www.simpasta.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fenomenal cortometraje, si señor.

Además, los tiempos en que muchos vimos por primera vez "La Cabina", pertenecían a la época dorada de "las abducciones ovnis".