Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

domingo, 6 de abril de 2008

Ha muerto "El último hombre vivo"

Charlton Heston, que interpretó infinidad de papeles históricos, como Moisés, Miguel Ángel, el cardenal Richelieu o El Cid, en enormes cintas como “Ben-Hur” (ganador de un Oscar en 1959 por la interpretación), “El Cid”, “Los Diez Mandamientos”, "Terremoto", "Aeropuerto 1975", o “El planeta de los simios”, fallece hoy en su residencia de Beverley Hills, en Los Ángeles, a los 84 años dejando más de 70 películas a sus espaldas.
Padecía desde el año 2002 una enfermedad degenerativa similar al síndrome de Alzheimer, que implicaba desde sus primeros estadios la pérdida de memoria y un deterioro paulatino de las funciones vitales.
Fue el propio actor el que años atrás anunció públicamente que sufría este mal.
De convicciones republicanas, llevaba retirado de la interpretación desde hacía años. Abandonó su actividad pública al frente de la Asociación Nacional del Rifle, organización en favor de las armas que lideró durante años.
Charlton Heston, “El último hombre vivo” implicado en las más famosas y épicas superproducciones de Hollywood, que plantó cara a los dueños de un planeta dominado por los simios, que fue capaz de convertirse en Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid), en Moisés y en Judá Ben-Hur… Adiós ACTOR.

Carlos Martínez y Eduardo Sierra
www.simpasta.blogspot.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha fallecido Charlton Heston.

Para muchos ha sido el actor que esperábamos ver en cada película. Con su atrayente magnetismo se convirtió en icono del cine épico dentro de la etapa más gloriosa del cine. Amor platónico de las chicas de los sesenta, admirado por todos adolescente, héroe y paladín de las causas nobles y justas allí donde las haya.

Muchos le han criticado por ser un defensor de la tenencia de armas de fuego, pero pocos hablan de su caminar junto a Martín Luther King. Y es que, Charlton como persona, seguro que era un ser contradictorio como somos todos los demás. Supo pasar de la gloria y de la fama a la discrección y la soledad más absoluta durante sus últimos años.

Adiós pues al pintor de la capilla sixtina, al remero sudoroso de la ruda galera romana, al conductor de la cuadriga victoriosa impulsada por cuatro blancos corceles, al portador de las tablas de la ley, al señor de la guerra, al "mío cid" que lo mismo obligaba a jurar a su rey que ofrecer su cantimplora a un leproso, al último hombre vivo sobre la Tierra, y adiós (como bien apunta nuestro compañero Carlos Martínez en nuestro blog) al comandante Taylor estremeciéndose arrodillado ante los escombros de la Estatua de la Libertad dentro de veinte mil años: una de las escenas más intensamente vividas por cuantos amamos el cine de aventuras.

Charlton Heston, ahora ya te podemos quitar el fusil de las manos.

Anónimo dijo...

Pérdida irreparable en el mundo del cine. Me caía fenomenal.
Saludos, Paco.

Anónimo dijo...

Una pérdida irreparable. Se nos terminan los últimos vestigios del cine clásico, apenas quedan vivos Kirk Douglas, Lauren Bacall y poco más. Independientemente de sus opiniones políticas y sociales, films como "Sed de mal", "Ben-Hur" o "El planeta de los simios" no ´hubieran sido lo mismo sin su presencia. Descanse en paz un actor de raza como pocos.