Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

lunes, 27 de octubre de 2008

Einstein y su profesor



Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta.
-¿Dios creó todo lo que existe?
Un estudiante contestó valiente:
-Sí, lo hizo.
-¿Dios creó todo?
-Sí señor, respondió el joven.
El profesor contestó, -Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo. El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una pregunta, profesor?
-Por supuesto, respondió el profesor.
El joven se puso de pie y preguntó:
-¿Profesor, existe el frío?
-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe.
Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

-Y, ¿existe la oscuridad?, continuó el estudiante.
El profesor respondió:
-Por supuesto.
El estudiante contestó:
-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe.
La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio terminado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor:
-Señor, ¿existe el mal?
El profesor respondió:
-Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante respondió:
-El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.

El nombre del joven era: Albert Einstein

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el relato. Besos. Os quiero. Amparo

Anónimo dijo...

Me lo he leído dos o tres veces para sacarle su jugo. Muy interesante.
Saludos
Paco

Vicente Corbí dijo...

Pues con todos mis respetos a Albert, no estoy para nada de acuerdo con su afirmación de que el Mal sea la ausencia de Dios.

Sería como afirmar que todos los ateos somos mala gente.

Einsten dijo muchas cosas. En cierta ocasión se le preguntó si creía o no en un Dios a lo que respondió: "Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo".

¿El mal es la ausencia del orden matemático? A la ausencia de orden se le llama caos,que de por sí no tiene por que ser ni malo ni bueno. Simplemente es un orden de movimiento impredecible

DIOS EXISTE solo en tu imaginación.

Saludos,

VIC

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo Vic. El mal es una cualidad humana. Es más, si no existiera el mal tampoco existiría el bien, pues no habría con que compararlo.

No obstante tu afirmación última sobre que "Dios solo existe en la imaginación", no deja de ser una opinión. Tu no puedes demostarlo como tampoco nadie puede demostrarte lo contrario. En este caso tú eres el que está afirmando, por lo que tendrías que demostrar tu afirmación.

Saludos
Capella

Anónimo dijo...

Pero es que hay que interpretar que el alumno daba por hecho que Dios era sinónimo de bondad. Así, si que se entiende perfectamente.
Saludos
Paco

Vicente Corbí dijo...

Manuel, la demostración es que no existe ninguna prueba de una voluntad creadora. Solo hay conjeturas.

Un cordial saludo!

Anónimo dijo...

muy interesante

Anónimo dijo...

Quería decir que es interesante lo que dice VIc

Anónimo dijo...

Y lo que dice Capella también

Anónimo dijo...

Gracias Estrella, por la parte que me toca. Y también por intervenir en esta conversación.

Vic, estamos de acuerdo. Lo que dices nadie te lo puede discutir. Pero yo intentaba ir por otro lado. Quería decir que tan “afirmación” es, cuando se dice que “Dios no existe”, como cuando decimos que “Dios existe”. En definitiva, estamos afirmando algo, aunque en sentido contrario.

No sé si recuerdas aquella frase de “la ausencia de pruebas, no prueba la ausencia”. No es solo un juego de palabras. Durante mucho tiempo se pensó que no existían planetas más allá de Saturno. Sin embargo, Urano, Neptuno y Plutón estaban ahí. Nosotros no lo sabíamos. Cualquiera que hubiera afirmado su inexistencia, estaba equivocado.

Pero por darle otro giro a este asunto. Todo depende de lo que entendemos por Dios. Por ejemplo, una visión holística de Dios entendería a éste como algo intrínseco en todas las cosas: un planta, una flor, un animal, un hombre... Dios estaría en cada cosa del universo. Por lo tanto, según este concepto de Dios, que sería equiparable a la naturaleza misma, Dios si existiría, pues la naturaleza si existe. El panteísmo va por el mismo camino: el mundo y Dios son lo mismo.

En definitiva, que para hablar sobre Dios, primero, hay que ponerse de acuerdo sobre lo que estamos hablando.

A mí, como el tema me sobrepasa, pues no afirmo nada.

Saludos.

Capella

Anónimo dijo...

Por lo tanto Dios no sería bueno en sí, sino imperfecto, ¿no?

Paco

Vicente Corbí dijo...

Como he dicho, entendiendo a Dios como una voluntad creadora.

Ahora, si se entiende a Dios como "la energía universal", "la naturaleza", "el todo" o como cualquier otra cosa carente de voluntad que solo obedece a unas leyes, dijéramos, cosmicas, y por lo tanto al margen del bien y del mal, pues vale. Es una manera de llamar a las cosas.

Pero como decía, no existe ninguna prueba de la existencia de una voluntad creadora. Solo son conjeturas. La ausencia de pruebas no desmiente nada, pero mucho menos prueba algo.

VIC

Anónimo dijo...

Esta es la evidencia de que un poco de filosofía lleva al ateísmo. Pero solo en las profundidades filosóficas yace la verdad que nos lleva de vuelta a Dios.

Saludos

Ricardo

Anónimo dijo...

A pesar de ser católico, no estoy de acuerdo en cómo está analizado el escrito, puesto que tiene profundas fallas. El supuesto alumno Einstein le dice al profesor que la oscuridad no existe porque es ausencia de luz. lo que el supuesto alumno no alcanza a comprender (Y ahi es donde se cae ) es que un fenómeno que no puede medirse no significa que no exista. Si el hombre no ha hallado la forma de encontrar los parámetros para obtener cuantificaciones de lo que es la oscuridad, eso no quita que la oscuridad no exista ni pueda tener magnitud, simplemente ocurre que al hombre aún no se le ocurre cómo hacerlo. Mala forma para explicar si Dios existe o no. el problema es que usando este texto, a cualquier católico con mala base filosófica, se lo dan vuelta como quieren.