Decía Teilhard de Chaldrin que, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero. Y tan proverbial resultó ser su reflexión que son, hoy ya, un buen número de físicos –hemos escrito "físicos", si- los que han incorporado dentro de su vocabulario palabras como "supercuerdas", "agujeros de gusano", "mundos paralelos"... La mecánica cuántica y la relatividad parecen demostrar el fracaso del orden mecanicista y explican que nuestro universo, tan inconmensurable como nos parecía y sin que apenas hayamos comenzado a descubrirlo, sería como una "burbuja" coexistiendo con otros universos.

La sola idea de un "multiverso", incrustado dentro de "once dimensiones", y mostrando unas realidades moldeables y, por supuesto, más complejas de la que perciben nuestros limitados sentidos, nos obliga a desplegar nuestra mente, no digamos nuestra imaginación... La "vida" podría ser "sueño" y los "sueños, "realidad", y todo cuanto nos sucede podría ser oasis ficticios de una conciencia, la nuestra, que está en otro lugar... Y es que algunas cosas no son como nos parecen: Hace mil años creíamos que nuestro universo terminaba en Saturno. En el mundo material las cosas están separadas espacialmente, pero nosotros no lo hemos sabido hasta hace poco porque percibimos su solidez.


Legendaria Avalon, sumergida en brumas y maravillas, isla del reino de las Hadas, del helénico Jardín de las Hespérides, el lugar donde son portadores de eternidad, Arturo, Morgana o Merlín; donde habita escondido de los hombres el Santo Grial... Mítica Avalon, al igual que Shambala o Agarta, lugares mágicos por excelencia, lugares de paso a universos prohibidos . Tal vez, algún día, tus brumas se disipen y podremos acceder a la realidad. ¿Pero qué realidad? No lo sabemos. Quizás no lo sepamos nunca. Hoy, de momento, hay quien piensa, físicos incluidos, que el Universo está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina.

miércoles, 13 de agosto de 2008

No habría sido feliz con ese dinero


Dom Amby O.K, inmigrante nigeriano de 24 años que vende pañuelos en un semáforo, ha entregado a la Policía Nacional una cartera que había encontrado en la vía pública que contenía importantes sumas de dinero.

En la cartera se encontraban 2.700 euros en efectivo, un cheque por valor de 870 euros, un talonario de cheques y diversa documentación.

El joven requirió la atención de varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía de la Brigada de Seguridad Ciudadana, y les entregó una cartera de piel marrón que había encontrado momentos antes en la rotonda de la Carretera de la Esclusa, lugar donde vende pañuelos, según ha informado la Policía Nacional.

La Policía inició las gestiones en base a la documentación empresarial y personal que portaba la cartera, localizando tanto a la empresa como a la persona que la había extraviado, Fernando P.G, nacido en Sevilla y de 68 años.

La Comisaría del Distrito de Triana-Los Remedios hizo entrega de lo recuperado a su dueño, quien dijo haber extraviado la cartera esa misma mañana, probablemente cuando circulaba en moto por la Carretera de la Esclusa, de vuelta de realizar unas gestiones.

Gracias a personas como estas sigo teniendo fe en la humanidad.

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